Mientras escribía palabras que querían a la gente,
Julio Cortázar iba haciendo su viaje, viaje al revés, por el
túnel del tiempo. Estaba yendo desde el final hacia el
principio: del desaliento al entusiasmo, de la indiferencia
a la pasión, de la soledad a la solidaridad. A sus casi
setenta años, era un niño que tenía todas las edades a la vez.
Pájaro que vuela hacia el huevo: Cortázar iba desan-
dando vida, año tras año, día tras día, rumbo al abrazo de
los amantes que hacen el amor que los hace.
Y ahora muere, ahora entra en la tierra, como entrando en mujer
regresa el hombre al lugar de donde viene.

Arte: Facundo Fernandez Fontana